viernes, junio 01, 2007

Gran cominezo


Años tuve que esperar para ver a los Pumpkins en vivo y por fin llegó ese día. Bueno, vi lo que queda de los Pumkins, Billy Corgan, aunque en realidad él era, es y será los Smashing Pumpkins. Tuve la oportunidad de verlos en la nueva edición del Pimavera Sound, la tercera en el Fòrum. Fue un primer día intenso, espero que siga así.

Para abrir el apetito me fui al escenario ATP para ver a Elvis Perkins, el hijo del gran Anthony Perkins. Elvis dio un concierto amable y divertido. Tuvo el inconveniente de que no llegaron sus instrumentos, así tuvo que tocar con lo que había pero consiguió que todos lo pasáramos bien.

A Slint me los perdí porque hubo una confusión con los horarios, así que mientras tocaban yo me estaba comiendo una suculenta Doble Chesseburger. Llegué justo para ver al Corgan y parece ser que ahora sí que ha vuelto. Atras quedan los fallidos proyectos Zwan y su carrera en solitario. Lo de Billy son las calabazas y lo demostró ayer poniendo patas arriba el escenario Estrella Damm. Ahí estubieron "Zero", "Thirty-Three", "1979", "Bullet with butterfly wings" y las dos obras maestras "Tonight, tonight" y "Disarm". ¿Cómo puede no ser genial un concierto con semejantes temas? Billy estuvo sonriente y conectado con el público que le respondió de principio a fin.

Pero ahí no acabó la cosa, la noche era de emociones fuertes y tras las calabazas esperaban los White Stripes en el escenario Rockdelux. Concierto directo y poderoso, efectivo y salvaje. Lástima que a ratos se vuelva aburrido por los requintos de Jack, tal vez alguien debería de decirle que no es un virtuoso, así que no lo intente. Pero más allá de ese pequeño paréntesis hay que decir que los hermanos White se metieron a toda la gente en el bolsillo, cada uno de sus hits fueron coreados, la gente bailaba y brincaba. Y para cerrar la noche con broche de oro los Stripes regalaron la inmensa "Seven nation army" después de eso ya podía ir a dormir tranquilo. Lástima que el ayuntamiento y su ineficacia para abordar un evento así estuviera a punto de arruinar una gran noche. Su autobús gratuito es un descontrol, aparte los de la guardia urbana son tan tontos como inútiles. Es una verguenza que en una hora y media en la parada de taxis solo pararan dos. Al final lo conseguimos. Llegamos a casa y la bella estrofa "The impossible is possible Tonight" aún seguía retumbando en mis oídos para arrullarme.

Esta noche más, los mantendré informados.



No hay comentarios: