martes, marzo 11, 2008

Viejas costumbres


Quien haya convivido algún tiempo conmigo sabe que tengo un vicio muy grande, por muchos de ustedes considerado como estúpido, y no, no es fumar, que antes lo era pero por fin dejé. Tampoco es la Wii, aunque ahora no me imagino mi vida sin ella, ni tan siquiera mi iPod o mi Macbook, dos herramientas tan imprescindibles para mi como el respirar. Ni la música, ni mi guitarra, ni Oasis. Sobre lo que les quiero hablar es de esa famosa señal que pongo, siempre debajo de la cintura para después darles un puñetazo, en la inmensa mayoría de las veces con nula fuerza. Pues alguien ha hecho una camiseta con ella. Y, sí, está hecha para mi, así que ya saben, el que me la regale estará un poco más cerca de mi corazón, y ese es un gran premio.

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