Por la mañana y con tan solo una sola galleta en el estómago, me fui a ver la nueva película del agente 007 y debo confesar que me llevé una grata sorpresa. De hecho, la sensación al terminar el film fue muy parecida a la que tuve cuando vi la última entrega de Batman. Sí, lo sé, suena estúpido pero es lo que sentí.
En Casino Royale nos encontramos con un James más vulnerable de lo habitual y recién ascendido a agente doble cero. Al cambiar estéticamente a Bond era necesario cambiar un poco su comportamiento. En esta ocasión se nos muestra a un Bond más serio, bruto, descuidado y hasta desaliñado. Lo he estado pensando y no consigo recordar a un Bond con tantas cicatrices y con la camisa con tanta sangre.
La película tal vez se alargue más de la cuenta, pero es una versión arriesgada y valiente que no vacila al enseñarnos al agente a punto de morir o desnudo mientras recibe unos golpecillos (por decirlo con tacto) en los huevos. Seguramente dos de las mejores y más intensas escenas del film.
Yo por lo menos quedo satisfecho y le doy la bienvenida al nuevo James Bond ¿Y ustedes?
1 comentario:
Connery no hay mas que uno.....
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